Sorprendida escuché en una de las emisoras locales en español más populares en la Costa del Tesoro, un anuncio que invitaba a una de las actividades de la exposición más grande de armas que se hace en La Florida desde hace 10 años.
Lo que llama la atención del comercial es el lenguaje tan directo y sugestivo que utilizan los organizadores para promover el evento, mencionando con toda naturalidad la gran variedad de armas de todo tipo que los asistentes podrán conocer. hay que ganar la batalla por la vida sin armas
El tema de las armas es uno de los más sensibles en culturas distintas a la estadounidense, y para quienes emigramos de países con un legado de violencia armada, donde el acceso a las armas es regulado.
Se sabe además que este es un tema de interminable debate político y social en este país en el que el derecho a portar un arma está consagrado constitucionalmente.
Aunque debido a factores como las armas no registradas, el comercio ilegal y los conflictos armados, es difícil calcular con precisión el número de armas de fuego de propiedad civil, recientes datos de investigaciones evidencian la tan arraigada cultura armamentista en este país, con cifras tan alarmantes como la del 46% del arsenal civil mundial en posesión de los estadounidenses.
No se trata de seguir revelando cifras para preocuparse aún más, sino de afrontar la situación generando estrategias de prevención y educación no para usar armas, sino para limitar y evitar su promoción, comercialización y uso.
Es complejo acostumbrarse a que en un mismo espacio comercial se localice una tienda de servicios y una de armas.
A pesar de vivir años de conflictos internos y con altos niveles de delincuencia armada, muchos países catalogados como los más violentos, han intentado contener la violencia con armas de todo tipo.
Ya había mencionado en este espacio como hace unas décadas en Colombia, había una campaña en los colegios del país donde se promovía y fomentaba empuñar un instrumento musical en cambio de un arma.
Se recorrían las ciudades, obsequiando a los jóvenes y ciudadanos que entregaran sus armas, un instrumento musical, para fomentar el arte y ganarle la batalla a la violencia.
Es por lo que debe darse un enfoque distinto. A la realización de este tipo de eventos y actividades que se promueven, y que contradictoriamente, son bastante concurridos.
Es necesario ir más allá de medidas como las implementadas en el nuevo año escolar en condados de Florida para la detección de metales y otro tipo de dispositivos en las escuelas de secundaria.
Hace falta mucha información, educación y compromiso no sólo de los ciudadanos sino también de los gobiernos que no quieren afrontar ni decidir sobre un debate que es interminable y que diariamente cobra más vidas.
Es inadmisible que el derecho a la defensa portando un arma de fuego, esté por encima del derecho primordial y fundamental de los Derechos Humanos que es el derecho a la vida que todos tenemos.
oma66co@gmail.com
Por Omaira Martínez Cardona
Periodista colombiana
Imagen: TheObjective
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