La disminución de visitantes del Canadá, que durante mucho tiempo han sido un flujo vital para la industria turística del estado, junto con la amenaza de aranceles de represalia a productos icónicos de Florida, ha generado una creciente preocupación en diversos sectores económicos.
Una persistente guerra comercial y arancelaria entre Estados Unidos y Canadá está comenzando a tener un impacto tangible en la economía de Florida, afectando dos de sus pilares fundamentales: el turismo y la agricultura.
Dos tercios de originarios del Canadá afirmaron haber reducido significativamente sus compras de productos estadounidenses en tiendas físicas (68%) y en internet (65%), y el 59% afirmó tener menos probabilidades de visitar Estados Unidos en 2024, según una encuesta realizada este 2025 por la firma canadiense de investigación de mercado Leger. Alrededor del 36% de los canadienses con planes de viaje a Estados Unidos afirmaron haberlos cancelado ya.
La disminución de visitantes canadienses, que durante mucho tiempo han sido un flujo vital para la industria turística del estado de Florida.
Junto con la amenaza de aranceles de represalia a productos icónicos de Florida, ha generado una creciente preocupación en diversos sectores económicos.
Se estima que los canadienses visitaron Estados Unidos 20.4 millones de veces el año pasado, una cifra que se espera que aumente en más de un millón en 2025, según la Asociación de Viajes de Estados Unidos.
Sin embargo, el grupo del sector advirtió el mes pasado que incluso una reducción del 10% en esas visitas costaría 2,100 millones de dólares en gastos perdidos y 14,000 empleos.
La agencia de estadísticas de Canadá ya reportó una caída del 23% en los viajes en auto de canadienses a EEUU el mes pasado, en comparación con febrero de 2024, y una disminución del 2.4% en los viajes aéreos de ida y vuelta de los residentes.

El Descenso del Turismo desde el Canadá
Florida, uno de los destinos predilectos de los canadienses que buscan escapar del frío, ha experimentado una notable caída en el interés y en las reservas de viajes desde Canadá. Si bien el estado celebró un número récord de visitantes en 2024, con 3.3 millones de canadienses contribuyendo a esa cifra, las proyecciones para 2025 pintan un panorama sombrío.
Informes de la industria de viajes de principios y mediados de 2025 indican una drástica reducción en las reservas de vuelos entre Canadá y Estados Unidos, con algunas cifras mostrando una caída de hasta un 70% para el período de abril a septiembre en comparación con el año anterior. Esta tendencia se atribuye directamente al tenso clima político y a la incertidumbre económica generada por la disputa arancelaria.
La U.S. Travel Association ha advertido que una disminución del 10% en el turismo canadiense a nivel nacional podría representar una pérdida de 2.1 mil millones de dólares en ingresos y la desaparición de 14,000 empleos. Florida, como uno de los principales receptores de estos turistas, se encuentra entre los estados más vulnerables a este impacto económico. Pequeños y medianos negocios en destinos populares como Fort Lauderdale, Hollywood y Pompano Beach, que dependen en gran medida de los «snowbirds» canadienses, ya reportan una menor afluencia, afectando a hoteles, restaurantes y comercios minoristas.
Amenazas a la Economía y al Comercio
Más allá del turismo, la economía de Florida enfrenta una amenaza directa a sus exportaciones. En respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos, el gobierno canadiense ha amenazado con aplicar tarifas de represalia a una serie de productos estadounidenses, entre los que destaca el jugo de naranja de Florida.
Esta medida proteccionista canadiense podría tener un efecto devastador en la industria citrícola del estado, un sector que ya enfrenta desafíos significativos. La imposición de nuevos aranceles dificultaría la competitividad de uno de los productos más emblemáticos de Florida en uno de sus mercados de exportación más importantes.
Además de los cítricos, otros sectores como la agricultura y la pesca también se consideran vulnerables en esta disputa comercial. La incertidumbre generada por la guerra arancelaria afecta la planificación a largo plazo de los productores y exportadores de Florida, quienes podrían ver reducidos sus márgenes de ganancia y su acceso al mercado canadiense.
Aunque no se han cuantificado aún los efectos sobre las empresas canadienses que operan dentro de Florida, el ambiente de hostilidad comercial crea un clima de inestabilidad que podría desalentar futuras inversiones y complicar las operaciones transfronterizas existentes.
En resumen, la guerra comercial y arancelaria ha dejado de ser un asunto de política abstracta para convertirse en una realidad económica palpable para Florida. La disminución del flujo de visitantes y capital canadiense, junto con las barreras comerciales a sus productos, representa un desafío significativo para la prosperidad del «Estado del Sol».