Aunque declararse en bancarrota es un proceso al que muchos temen, se ha convertido en una de las opciones más recurrentes para suspender por un tiempo las situaciones financieras difíciles, y en un negocio muy lucrativo para los abogados especializados en este proceso.
Por Omaira Martínez Cardona – Periodista Colombiana
Aunque declararse en bancarrota es un proceso al que muchos temen, se ha convertido en una de las opciones más recurrentes para suspender por un tiempo las situaciones financieras difíciles, y en un negocio muy lucrativo para los abogados especializados en este proceso.
De acuerdo con un reciente informe de Debt.org, una de las compañías más grandes de ayuda para deudas, los aumentos en las solicitudes de bancarrota o quiebra suelen ser un indicio de recesión económica.
Según las estadísticas de los Tribunales de Bancarrota del país, después de la pandemia cuando las solicitudes de quiebra disminuyeron por la ayuda federal para que los ciudadanos pagaran sus facturas, las declaraciones de insolvencia han aumentado de forma constante.
Florida y California lideran listas de solicitu de Bancarrota
En 2024 se presentaron más de 517 mil casos, tanto de particulares como de empresas, lo que representa un crecimiento de más del 14% comparado con el año 2023. Siendo California y Florida, los estados que encabezan la lista con mayor número de solicitudes.
Muchos son los factores que llevan a una declaración de bancarrota, siendo las facturas médicas, la pérdida de empleo y las altas tasas de interés los principales problemas de esta situación.
La gran mayoría de declaraciones de bancarrota se presentan por personas particulares, muchas de ellas, antes de la iniciación de una ejecución hipotecaria.
Aunque hay diferentes tipos de quiebra, las dos básicas se acogen al Capítulo 7 o al Capítulo 13 de la Ley de Bancarrota, la primera que es la más usada implica una descarga completa de las obligaciones de la deuda, vendiendo los activos no esenciales para liquidar deudas.
La opción del Capítulo 13 de Bancarrota básicamente es una renegociación de un plan de pagos de la deuda.
Acogerse a la ley de insolvencia o Bancarrota, aunque puede aliviar temporalmente la presión por las deudas, también puede afectar la historia crediticia hasta por 10 años.
Si un deudor de un préstamo hipotecario ha presentado una bancarrota acogiéndose al Capítulo 7, hay posibles consecuencias sobre las que se debe informar y asesorar de personal capacitado en asesoría financiera y procesos de bancarrota.
En la mayoría de los casos de ejecución hipotecaria que siguen en aumento en Florida, es evitar una sentencia por deficiencia, es decir que, si un propietario deudor pierde su casa a través de una ejecución hipotecaria, y es vendida en una subasta por un precio menor al que debe, el banco o el prestamista puede emprender una acción para cobrar el saldo restante de la deuda.
Lo que muchos no saben, es que, si por el contrario si la cantidad en la que se vende la propiedad es mayor a la adeudada, también el propietario puede reclamar el excedente después de saldar las deudas pendientes, y también hay compañías especializadas en asesorar este proceso.
No hay que dejarse intimidar por los inconvenientes que puedan surgir en procesos como el de una declaración de bancarrota.
Lo importante es informarse adecuadamente y buscar la asesoría capacitada de los expertos para superar la crisis y definir una renegociación de las deudas y una planificación financiera a futuro. La crisis puede transformarse en una oportunidad para comenzar de nuevo y en mejores condiciones.
