El aumento de inmigrantes tras la pandemia es una razón clave en el crecimiento económico de el país, afirman Economistas
El espectacular crecimiento del empleo sigue impulsando la economía estadounidense: la Oficina de Estadísticas Laborales reportó la creación de 303,000 puestos de trabajo en marzo donde los Inmigrantes aportan e impulsan fuerte mercado laboral en EE.UU. sin disparar inflación.
Normalmente, un crecimiento tan fuerte podría conducir a un repunte de la inflación.
Si los empresarios observan una mayor demanda de bienes y servicios, necesitan contratar a más trabajadores, y si no hay suficientes, tienen que aumentar los salarios, lo que incrementa el costo global de funcionamiento de la empresa.
Pero aunque el crecimiento anual de los precios, superior al 3%, se mantiene por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, sigue estando muy por debajo del máximo del 9% registrado en el verano de 2022.
Los economistas creen cada vez más que el aumento de inmigrantes después de la pandemia es una razón clave por la que la economía ha podido crecer de manera constante, sin disparar la inflación.
Esto, porque los recién llegados han ayudado a los empleadores a cubrir puestos con sueldos que han mantenido un límite sobre el crecimiento general de los precios.
El aumento de inmigrantes ha impulsado el crecimiento de la población activa.
En consecuencia, es poco probable que la fuerte demanda que siguen mostrando los consumidores haga subir mucho los precios, “si es que eso llega a suceder”.
De hecho, hasta ahora, las medidas de “rigidez” del mercado laboral, como los salarios, “han seguido cayendo o moviéndose lateralmente, pero no suben”.
“¿Un crecimiento más fuerte no impedirá que la inflación caiga o incluso la reavivará?”, “Creemos que no”.
La Oficina Presupuestaria del Congreso, una agencia federal no partidista, fue la primera en citar el aumento de la inmigración que comenzó en 2022 como el principal factor que contribuye a ampliar el tamaño global de la población activa estadounidense.
Este año, la agencia ha aumentado en 5.2 millones de personas su previsión del tamaño que podría alcanzar la población activa estadounidense en 2033. Se espera que la mayor parte de ese aumento sea el resultado de una mayor inmigración neta prevista.
La Institución Brookings, un grupo de investigación no partidista, llegó a una conclusión similar a principios de este mes, afirmando que la economía puede tolerar ahora un ritmo más rápido de crecimiento del empleo, sin aumentar la preocupación por los costos.
“Un crecimiento más rápido de la población y de la mano de obra significa que el empleo puede crecer más deprisa de lo que se creía, sin aumentar las presiones inflacionarias”, declaró Brookings.
Wendy Edelberg, antigua economista de la Reserva Federal y actual directora del Proyecto Hamilton de Brookings, declaró a NBC News que el efecto neto de la inmigración sobre la inflación no es del todo evidente, pero probablemente sea marginal.
De hecho, el presidente de la Fed, Jay Powell, ha expresado observaciones similares, diciendo que el efecto de la nueva ola de llegadas es “ampliamente neutral”.
Lo que está claro, según Edelberg, es que el aumento de la inmigración permitirá a la economía tolerar mayores niveles de crecimiento del empleo.
“Sin la inmigración, si hubiera visto un aumento de 300,000, me habría desconcertado totalmente que los salarios no fueran más altos”, dijo, citando el informe de empleo de marzo publicado el viernes.
Los datos salariales muestran que el ritmo anual de crecimiento del salario medio por hora ha descendido al 4.1% en marzo, tras alcanzar un máximo postpandémico del 5.9% en marzo de 2022.
Si la oferta y la demanda de mano de obra estuvieran realmente desincronizadas, el ritmo de crecimiento de los salarios sería mucho mayor, lo que probablemente se traduciría en una mayor inflación general.
En cambio, gracias al aumento de inmigrantes, las empresas en su conjunto pueden aprovechar la creciente mano de obra para satisfacer la demanda continua de sus bienes y servicios, sin tener que subir los salarios significativamente para competir por los trabajadores.
Para muchos sectores de la economía, desde los pagos federales a la Seguridad Social hasta las empresas locales que pueden estar buscando trabajadores o nuevos clientes, la inmigración suele ser un bien neto, afirma Edelberg.
Al mismo tiempo, tiende a ejercer presión sobre los presupuestos estatales y locales.
La inmigración es el tema más delicado que enfrenta el presidente, Joe Biden, de cara a las elecciones de noviembre, ya que los encuestados por Gallup la sitúan como el “problema más importante” del país. Es la primera vez que ocupa esa posición desde 2019.
Los republicanos han pedido a Biden que tome medidas extremas para frenar la entrada de migrantes, mientras que el expresidente Donald Trump se ha referido a ellos como “animales” que “envenenan la sangre” de Estados Unidos.
Grandes ciudades como Nueva York y Chicago, mientras tanto, enfrentan una crisis derivada, en parte, de maniobras políticas del gobernador de Texas, Greg Abbott, que han implicado el envío de migrantes a esas ciudades a un ritmo que no están equipadas para manejar.
Pero aunque el debate se ha centrado en la inmigración indocumentada, la mayoría de los inmigrantes que llegan están autorizados a trabajar en Estados Unidos, según Edelberg.
Además, es más probable que gasten una parte mayor de sus ingresos laborales.
“De modo que aumentan la demanda de bienes y servicios y ayudan a suministrar mano de obra”, explicó. “Así que el efecto neto sobre la inflación en realidad es pequeño”.
Imagen: Telemundo
GIPHY App Key not set. Please check settings