Creo que no exagero cuando afirmo que la mayoría de los países desarrollados han podido lograr ese nivel de crecimiento gracias al aporte de la mano de obra de los inmigrantes.
Incluso los países “tercermundistas” han podido ir creciendo poco a poco gracias a miles de inmigrantes (documentados o no) que realizan las labores menos remuneradas en busca de proveer el alimento a su familia.
Si siempre han existido inmigrantes en todas partes del mundo, es lógico deducir que los inmigrantes NO somos el problema.
¿Cuál es la raíz del problema actual donde se ven envueltos muchos inmigrantes en asuntos de violencia, delincuencia y/o falta de adaptación? La fuente de todos estos problemas está en la falta de control en todo lo referente a Migración.
Si no hay ningún control de quién entra a un país, es muy probable que cientos, o miles, de delincuentes aprovechen esta circunstancia para entrar a los países más desarrollados.
Es sencillo. Es muy difícil que una persona con un récord delictivo pueda conseguir una visa de paseo o una residencia permanente a través de los medios legales.
Pero si ya hay una vía expedita a través de Centroamérica y México que prácticamente garantiza la entrada a Estados Unidos sin problemas, es obvio que muchos se aventuren por esa vía. Conozco personas que tienen más de 12 años en proceso de conseguir su “green card”.

Gente que está gastando un dineral en abogados, en papeleos, en chequeos médicos y tiene que esperar pacientemente.
Mientras tanto, hay personas que cogen la vuelta por El Salvador, siguiendo por Guatemala y México y en cuestión de unos días ya están en territorio de los Estados Unidos.
Después de unos días aquí, son debidamente asesorados para presentarse ante un juez, conseguir algunas “ayudas” del gobierno federal y/o de la ciudad donde estén y hasta consiguen licencias de conducir.
Ese desorden en la frontera es el que ha permitido que algunos antisociales hayan logrado entrar a los Estados Unidos y con la campaña política todo se esté polarizando y llevándose a los extremos. Evitemos estar discutiendo por asuntos políticos.
Ellos son rivales, pero no son enemigos.
Desde mi punto de vista, somos nosotros, los inmigrantes, los primeros que deberíamos exigir que las fronteras del país tengan controles eficientes y, al mismo tiempo, la flexibilidad para poder brindar ayuda humanitaria a quien lo necesite.
Personas que lleguen porque están huyendo de guerras civiles, de inestabilidad política o de problemas de violencia por culpa de carteles de drogas, es obvio que hay que darles una mano, hay que brindarles la oportunidad de que puedan entrar y vivir dignamente en esta gran nación que nos ha acogido.
.¡Bendiciones!
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Por Manuel Rosario
Ingeniero Industrial y Conferencista
Imagen: Freepick