El gobierno de Estados Unidos ha confirmado que una segunda embarcación, atacada por fuerzas estadounidenses en aguas internacionales cerca de Venezuela, transportaba drogas.
El anuncio de este segundo operativo contra una embarcación que presuntamente transportaba drogas ilícitas se produjo el lunes 15 de septiembre de 2025, y sigue a un primer incidente similar a principios de mes que elevó las tensiones en la región del Caribe.
Según declaraciones oficiales de la administración estadounidense, el segundo ataque a una embarcación tuvo como resultado la muerte de tres personas a bordo, calificadas por el presidente Donald Trump como «narcoterroristas».
La operación fue llevada a cabo por el Comando Sur de Estados Unidos como parte de una intensificada campaña contra el narcotráfico en la zona.
«¡CUIDADO! SI TRANSPORTA DROGAS QUE PUEDEN MATAR A ESTADOUNIDENSES, ¡LO ESTAMOS CAZANDO!», declaró el presidente Trump al confirmar la operación, subrayando la postura de su administración.
Trump dijo que “estos cárteles del narcotráfico extremadamente violentos representan una amenaza para la Seguridad Nacional, la Política Exterior y los intereses vitales de EEUU”.
Este segundo incidente se enmarca en un despliegue naval significativo de Estados Unidos en el Caribe, anunciado previamente como una medida para combatir las rutas de tráfico de drogas que, según Washington, se originan en gran medida en Venezuela.
El primer ataque, ocurrido a principios de septiembre, resultó en la destrucción de una lancha y la muerte de 11 de sus ocupantes. En esa ocasión, las autoridades estadounidenses también afirmaron que la embarcación transportaba un cargamento de narcóticos.
El gobierno venezolano, por su parte, ha negado las acusaciones relacionadas con el primer incidente, llegando a calificar de «montaje» un video difundido por Estados Unidos.
Hasta el momento, no ha habido una declaración oficial del gobierno de Venezuela sobre este segundo ataque.
Fuentes de la administración estadounidense han reiterado que estas acciones militares son una respuesta directa a las actividades de cárteles y organizaciones que utilizan el Caribe como corredor para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y otras regiones.
La confirmación de que la segunda lancha transportaba sustancias ilícitas refuerza, desde la perspectiva de Washington, la justificación de su controvertida estrategia de interdicción letal en aguas internacionales.







