Autoridades de Washington D.C. han confirmado que 67 personas han muerto en un trágico accidente aéreo ocurrido el miércoles por la noche, cuando un avión de American Airlines colisionó con un helicóptero militar cerca del Aeropuerto Nacional Reagan. De los fallecidos, 27 cuerpos fueron recuperados del avión y uno del helicóptero.
El vuelo 5342 de American Airlines, operado por PSA Airlines, había partido de Wichita, Kansas, y se estrelló con un helicóptero militar Black Hawk UH-60 cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan. La colisión ocurrió alrededor de las 9 p.m., provocando una explosión que esparció restos sobre el río Potomac.
El accidente se produjo mientras el avión, que transportaba a 60 pasajeros y 4 miembros de la tripulación, se preparaba para aterrizar.
Entre los pasajeros se encontraban varios miembros de la comunidad del patinaje artístico estadounidense, incluyendo entrenadores, padres y patinadores que regresaban de un evento nacional en Wichita, Kansas.
El helicóptero involucrado era un Sikorsky H-60 Black Hawk del ejército estadounidense, que estaba realizando ejercicios de entrenamiento. Las autoridades han declarado que no esperan encontrar sobrevivientes, lo que ha llevado a un cambio en las operaciones de rescate hacia una misión de recuperación.
La colisión ocurrió aproximadamente a media milla de la pista de aterrizaje, resultando en una explosión visible desde el suelo antes de que ambos vehículos cayeran al río Potomac. Las operaciones de búsqueda y recuperación se han visto complicadas por las bajas temperaturas en la zona, que han dejado el agua muy fría.

Más de 300 efectivos de emergencias trabajaron durante toda la noche en las gélidas aguas del río Potomac. Hasta el momento, se han recuperado 28 cadáveres: 27 eran pasajeros del avión y uno, tripulante del helicóptero.
El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan reanudó sus operaciones a las 11:00 a.m. hora local del jueves. Las autoridades han asegurado que se han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la protección de los pasajeros.
Este es el peor accidente aéreo comercial en Estados Unidos desde 2013. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) está investigando las causas del accidente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su preocupación sobre el incidente, sugiriendo que el choque «debió haberse evitado» y cuestionando la actuación del control aéreo en el aeropuerto.
Imagen: Opinion