En los últimos meses, Estados Unidos ha experimentado un aumento alarmante en los casos de tos ferina, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis.
Casos de tos ferina en Estados Unidos han alcanzado cifras alarmantes, con un total de 18,506 casos reportados hasta la fecha, lo que representa el mayor número para esta época del año desde 2014, cuando se registraron más de 21,800 casos. Este aumento significativo ha generado preocupaciones entre los funcionarios de salud pública, especialmente en estados como Wisconsin, donde se han notificado aproximadamente 1,000 casos en lo que va del año, en comparación con solo 51 casos el año anterior.
¿Por qué está ocurriendo este aumento?
Varios factores contribuyen al resurgimiento de la tos ferina en Estados Unidos:
- Cobertura de vacunación insuficiente: Aunque las tasas de vacunación han mejorado en las últimas décadas, en algunas áreas del país persisten zonas con baja cobertura, lo que permite que la bacteria se propague más fácilmente. En particular, los niños no vacunados o aquellos que no reciben refuerzos a tiempo son más vulnerables a la enfermedad.
- Disminución de la inmunidad con el tiempo: La inmunidad conferida por las vacunas, aunque efectiva, tiende a disminuir con el tiempo, lo que significa que incluso las personas que fueron vacunadas en su infancia pueden volverse susceptibles a la enfermedad en la edad adulta. Este fenómeno se conoce como «caída de la inmunidad».
- Variante más contagiosa: Se ha sugerido que una nueva variante de la bacteria podría estar contribuyendo a la mayor transmisión. Esta variante parece ser más eficaz para evadir la respuesta inmune y propagarse entre la población.
- Aumento de la movilidad y la interacción social: Después de la pandemia de COVID-19, las interacciones sociales y la movilidad aumentaron, lo que favoreció la propagación de enfermedades infecciosas, incluida la tos ferina. Además, la reanudación de actividades escolares y la relajación de las medidas de distanciamiento social pueden haber contribuido a un mayor riesgo de brotes.
¿Cómo se manifiesta la tos ferina?
La tos ferina comienza con síntomas similares a los de un resfriado común, como congestión nasal, tos leve y fiebre baja. Sin embargo, la característica más distintiva es la tos severa, que puede durar semanas e ir acompañada de un sonido de «gallo» al inhalar, conocido como «whoop». Esta tos puede ser tan intensa que provoca vómitos, fatiga extrema y dificultad para respirar.
La enfermedad puede ser particularmente grave en los niños pequeños, los cuales pueden sufrir complicaciones como neumonía, convulsiones, daño cerebral e incluso la muerte. Los adultos también pueden padecer tos ferina, pero generalmente con síntomas más leves.
¿Qué medidas se están tomando?
Ante el aumento de los casos, las autoridades sanitarias están reforzando las campañas de vacunación, especialmente en áreas con baja cobertura. La vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir la tos ferina. Los expertos recomiendan que los niños reciban la serie completa de vacunas, y que los adultos, especialmente aquellos que están en contacto cercano con bebés, reciban un refuerzo de la vacuna contra la tos ferina.
Además, se están tomando medidas para aumentar la concienciación sobre la importancia de la vacunación, tanto en comunidades rurales como urbanas, y se está promoviendo la vacunación durante el embarazo para proteger a los recién nacidos.
Contexto del Aumento
La tos ferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, es altamente contagiosa y puede tener consecuencias graves, especialmente en recién nacidos y niños pequeños. Históricamente, los brotes de tos ferina tienden a ocurrir cada tres a cinco años, y este aumento no ha sido inesperado dado que los niveles de vacunación han disminuido durante la pandemia de COVID-19. Los datos indican que las tasas de vacunación en guarderías han bajado y que las exenciones de vacunación han alcanzado niveles récord.
Impacto y preocupación
El resurgimiento de la tos ferina pone de manifiesto la importancia de mantener altas tasas de vacunación en la población para evitar brotes que puedan tener consecuencias graves, especialmente para los más vulnerables. A medida que se acercan los meses de invierno, en los que las enfermedades respiratorias tienden a aumentar, los expertos en salud pública están atentos a la evolución de la situación, instando a las personas a vacunarse y tomar precauciones adicionales para evitar la propagación de la tos ferina.
Impacto en la Salud Pública
Los expertos han advertido que este resurgimiento está afectando principalmente a niños mayores y adolescentes, con brotes reportados en escuelas secundarias y preparatorias. En Pensilvania, por ejemplo, la mayoría de los casos se han producido en este grupo etario. La doctora Kris Bryant, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas, enfatiza la importancia de realizar pruebas y tratamientos oportunos con antibióticos para controlar la propagación de la enfermedad.
Consecuencias y Recomendaciones
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha instado a los países a reforzar la vigilancia epidemiológica y aumentar las coberturas de vacunación para prevenir futuros brotes. Se recomienda que al menos el 95% de los niños reciban las tres dosis de la vacuna DTP (difteria, tétanos y tos ferina) para proteger a las poblaciones más vulnerables.
Este aumento en los casos de tos ferina destaca la necesidad urgente de abordar las preocupaciones sobre la vacunación y la salud pública en general para evitar una crisis mayor.
Si estás en Estados Unidos o en otras partes del mundo, es crucial mantener al día las vacunas y consultar a los profesionales de la salud ante cualquier signo de tos ferina.
Imagen: Wfla