En mi país se suele usar la frase “andar por las ramas” en diferentes escenarios, como por ejemplo:
Por las ramas, esto se expresa cuando una persona evita hablar con otra de un tema específico que resulta un tanto incómodo y conversa de temas relacionados, pero nunca llega a tratar el problema en sí.
En la que un hijo chocó el carro del papá y no encuentra cómo decirle al viejo sobre el accidente.
Cuando el presidente de un país sabe que una de las causas principales del problema económico de su nación es la corrupción, pero en lugar de encarar esa situación, toma varias “medidas” para reducir costos.
Cuando en una empresa el proceso productivo se ha hecho menos productivo porque se decidió comprar materia prima de menor calidad y en lugar de comprar mejor material, se decide meterle presión a gentes y supervisores para que logren los objetivos.
¿Te identificas con algún ejemplo?
Todos hemos pasado por ahí en algún momento de nuestra vida, pero cuando se vuelve una costumbre, es necesario hacerse consciente de la situación y tomar acción. Los problemas deben atacarse desde la raíz, no se puede dar vueltas y andar “por las ramas”.
Un buen ejemplo de atacar el problema desde la raíz es la ley promulgada por el gobernador de la Florida (SB 1764) que aumenta las multas para todo aquel que se dedique a realizar competencias ilegales de vehículos en la vía pública e incluye la posibilidad de cárcel para los que sean reiterativos.
La concientización y las jornadas de capacitación son muy importantes, claro que sí, pero a los antisociales que andan haciendo estupideces en las calles, hay que ponerle penas ejemplares.
Todo el mundo habla del presidente del Salvador, Nayib Bukele, y sus acciones para frenar la delincuencia en su país.
Muchos no están de acuerdo con sus métodos, pero conozco varios salvadoreños que están muy contentos por el cambio que tiene su patria.
No es hablar bonito, ni hacer unos proyectos burocráticos, es tomar acción atacando la raíz del problema. Si los pandilleros están encarcelados, habrá menos delincuencia en las calles. Punto y se acabó.
Si usted tiene un problema de salud mental, deje de andar por las ramas viendo videítos en YouTube con coaches que creen saber de todo. Haga una cita con un psicólogo y comience a trabajar su situación.
Si el “trago social” ya es un trago diario, deje de justificar su vicio y busque ayuda. Ese trago diario, ese asqueroso cigarrillo, esa apestosa marihuana acabarán con su salud, con sus finanzas y con su familia. Ataque los vicios de raíz, con la ayuda de profesionales.
Dejemos de darle tantas vueltas a las cosas que son importantes. Tomemos acción.
Por Manuel Rosario
Ingeniero Industrial y Conferencista
¡Bendiciones!
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