Cada día, al menos 11 mujeres son asesinadas por razones de género en América Latina y el Caribe, según un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En total, 3,897 feminicidios fueron registrados en 2023 en 27 países de la región.
La Crisis de los Feminicidios y La escalofriante estadística de 11 mujeres asesinadas al día en América Latina por razones de género revela una crisis humanitaria de dimensiones alarmantes. Esta cifra, lejos de ser un mero dato. Representa la materialización de un sistema estructural de violencia hacia las mujeres, arraigado en profundas desigualdades de género y patrones culturales patriarcales.
Contexto de la Violencia
El informe destaca que el feminicidio es una manifestación extrema de los patrones patriarcales y violentos que prevalecen en la sociedad. A pesar de los avances legislativos en varios países, como Chile y México. La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave de derechos humanos. La CEPAL subraya que las tasas más altas de feminicidio se encuentran en Honduras (7.2 casos por cada 100,000 mujeres), seguida por República Dominicana (2.4) y Brasil (1.4) .

Causas y Consecuencias
Expertos apuntan a una serie de factores que perpetúan esta violencia, incluyendo:
- Patrones culturales patriarcales: La falta de un cambio cultural definitivo que promueva la igualdad de género.
- Desigualdad estructural: La desigualdad económica y social es vista como el germen de la violencia.
- Impunidad: Muchos casos no son denunciados o investigados adecuadamente, lo que contribuye a un ciclo continuo de violencia. La falta de aplicación efectiva de las leyes, la corrupción y la revictimización de las mujeres impiden que los perpetradores sean llevados ante la justicia.
- Cultura machista: La normalización de la violencia contra las mujeres, la cosificación de los cuerpos femeninos y la desigualdad de género son los cimientos sobre los que se construye esta crisis.
- Falta de acceso a la justicia: Muchas mujeres no denuncian los casos de violencia por miedo, estigmatización o desconocimiento de sus derechos.
- Brechas de género: La desigualdad económica, la falta de oportunidades y la discriminación limitan la autonomía de las mujeres y las hacen más vulnerables.
Las consecuencias de los feminicidios trascienden lo individual, impactando a familias enteras y a la sociedad en su conjunto:
- Destrucción de familias: Los hijos e hijas de las víctimas quedan huérfanos y traumatizados.
- Pérdida de capital humano: La sociedad pierde a mujeres valiosas que podrían haber contribuido al desarrollo de sus comunidades.
- Clima de miedo: Las mujeres violentadas se limita la libertad y restringe sus oportunidades.
¿Qué se puede hacer?
Para abordar esta crisis se requiere un enfoque integral que involucre a todos los sectores de la sociedad:
- Prevención:
- Educación en igualdad de género desde temprana edad.
- Campañas de sensibilización para cambiar las actitudes machistas.
- Fortalecimiento de los servicios de atención a víctimas de violencia.
- Persecución de los delitos:
- Mayor capacitación de jueces y fiscales en perspectiva de género.
- Protocolos claros y eficientes para la investigación y persecución de los feminicidios.
- Protección a las testigos y a las víctimas.
- Políticas públicas:
- Leyes con perspectiva de género que castiguen con severidad los feminicidios.
- Asignación de recursos económicos para implementar políticas públicas efectivas.
- Participación de las mujeres en la toma de decisiones.
Es fundamental reconocer que los feminicidios son un problema estructural que requiere soluciones estructurales. La lucha contra la violencia de género es una responsabilidad de toda la sociedad.
Llamado a la Acción
Las organizaciones y expertos hacen un llamado urgente a implementar políticas públicas efectivas que no solo aborden el feminicidio desde una perspectiva legal, sino que también incluyan medidas económicas y sociales para empoderar a las mujeres. Es crucial involucrar a los hombres en la lucha contra la violencia y promover espacios para discutir y revisar conductas.
- Exigir a los gobiernos: Que implementen políticas públicas efectivas para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.
- Denunciar: Cualquier caso de violencia de género.
- Educar: A nuestros hijos e hijas en igualdad y respeto.
- Organizarnos: Para exigir justicia y cambios estructurales.
#NiUnaMenos es un grito que se ha levantado en toda América Latina y el mundo. Es hora de convertir ese grito en acción concreta para construir sociedades más justas y equitativas donde todas las mujeres puedan vivir libres de violencia.
El contexto actual es alarmante, especialmente con el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, recordando que aún queda un largo camino por recorrer para erradicar esta «pandemia en la sombra» que afecta a miles de mujeres en la región diariamente.
Recursos adicionales:
- CEPAL: https://oig.cepal.org/es/indicadores/feminicidio
- ONU Mujeres: https://www.unwomen.org/es
Nota: Este análisis busca generar conciencia sobre un problema grave y complejo.
Imagen: DiarioNY