Multilingüismo: “Habla español?”, pregunto con frecuencia cuando me dejo llevar por la percepción de alguien, pero casi siempre no he terminado la pregunta cuando me responden con firmeza: ¡no! y entonces nuevamente me cuestiono sobre cómo hacen para entender lo que pregunté en español.
Muchos reconocen que, aunque hablan en español así no sean hispanohablantes de nacimiento, no les permiten hacerlo, o se avergüenzan de hacerlo.
Siempre he dicho que no hay que lamentarse o avergonzarse de las raíces.
Cada nación, cada cultura, tiene unas características especiales y diversas que aportan al orden mundial y al entendimiento humano. Uno no escoge su origen, ni el lugar donde nace.
Es por eso por lo que hay que reconocer que no hay una sola raza, ni una cultura mejor o un idioma universal, lo que hay es países más desarrollados económicamente, pero eso no debe influir en el arraigo cultural que cada uno tiene a sus raíces.
Aunque ahora las circunstancias no están como para celebraciones, no podíamos dejar pasar inadvertido el mes de la herencia hispana que ya termina la próxima semana.
Entre tantos datos que evidencian el aporte y el legado de los hispanos al país, sobresale el de que, en Estados Unidos, uno de cada 5 hogares es de origen hispano, bien sea en sus antepasados o por la migración.
Además, según un informe del Instituto Cervantes que fue acogido a nivel mundial, en 2024 más de 57 millones de personas hablaban español en el país, convirtiéndose Estados Unidos en el segundo país del mundo con más hispanohablantes después de México y superando a mi natal Colombia con sus casi 53 millones de habitantes.
El mencionado informe no sólo demostró que el español continuará expandiéndose y que sigue siendo uno de los idiomas más necesarios para las relaciones internacionales.
Es por lo que debe fortalecerse su inclusión en los programas de bilingüismo y multilingüismo en este país.
Mientras continúan los debates y se diluye el reconocimiento de la herencia hispana en la declaración del inglés como idioma oficial, lo cual es más que obvio y lógico, lo que debe promoverse es el multilingüismo, de acuerdo con la cantidad de idiomas que confluyen en el país por cuenta de la migración.
El idioma, así como las tradiciones culturales, nunca deben ser una barrera, ni motivo de discordia, discriminación, burla o exclusión.
Yo hago parte de uno de esos hogares orgullosamente de origen hispano donde las nuevas generaciones, los hijos y los nietos tienen la ventaja de haber nacido genéticamente con la capacidad de hablar inglés como lengua nativa y con la facilidad para hablar el español por sus orígenes, lo que también les da una ventaja para ser más competitivos en el futuro.
Nunca me cansaré de repetir que el respeto a la diferencia es la base para cualquier intento de entendimiento humano.
Se debe respetar y hablar en el idioma del país que nos acoge, sin olvidar y dejar de hablar y promover el idioma nativo. La multiculturalidad es una de las mayores fortalezas que tiene este país y si se aprovecha de la manera adecuada, es posible una convivencia sin tantas divisiones y discordias.
Por Omaira Martínez Cardona – Periodista Colombiana
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