El plan del gobernador de Florida, para reemplazar la mano de obra migrante con adolescentes ha enfrentado múltiples críticas y obstáculos, lo que ha generado dudas sobre su viabilidad y efectividad.
Un proyecto de ley que buscaba flexibilizar las restricciones laborales para menores de edad en Florida fracasó en el Senado estatal.
Contexto del plan
Ante la escasez de trabajadores en sectores clave como la agricultura, la hostelería y el turismo, exacerbada por leyes migratorias restrictivas como la SB 1718 y la SB 2, que han llevado a la salida de muchos inmigrantes indocumentados del estado, DeSantis promovió el proyecto de ley SB 918. Esta iniciativa busca flexibilizar las leyes laborales para menores, permitiendo que adolescentes de 14 a 17 años trabajen más horas, incluso en turnos nocturnos y durante el horario escolar, eliminando restricciones actuales como los límites de horas y los descansos obligatorios .
La medida fue aprobada por la Cámara de Representantes en abril, pero no logró avanzar en la cámara alta antes del cierre de la sesión legislativa el pasado viernes.
El proyecto, conocido como Senate Bill 918, surgió mientras el gobernador Ron DeSantis, republicano, promovía la idea de que los adolescentes podrían reemplazar parte de la fuerza laboral ocupada actualmente por migrantes en situación irregular.
Críticas y preocupaciones
Diversos sectores han expresado su preocupación por esta propuesta. El Florida Policy Institute advirtió que más de 110,000 adolescentes ya están empleados en el estado, y que el 72% de ellos compaginan trabajo y estudios, lo que podría verse afectado negativamente por la ampliación de horas laborales . Además, legisladores demócratas y organizaciones de derechos laborales han señalado que la medida podría conducir a la explotación infantil y afectar el rendimiento académico de los jóvenes.
Cambios propuestos y riesgos denunciados
La iniciativa planteaba eliminar varias de las actuales restricciones laborales para menores de edad. Entre los principales cambios, se proponía:
Permitir que jóvenes de 16 y 17 años trabajaran en turnos nocturnos durante días escolares y excedieran las ocho horas laborales antes de un día de clases.
Autorizar que adolescentes de 14 y 15 años accedieran a horarios similares si estaban escolarizados en casa o inscritos en programas de educación virtual.
Eliminar la obligación de proporcionar pausas de 30 minutos para comer y suprimir el límite actual de 30 horas semanales de trabajo para estudiantes de secundaria durante el periodo escolar, salvo si los padres o los administradores escolares solicitaban una excepción.
Apoyo y oposición
El proyecto contó con el respaldo de grupos conservadores como Moms for Liberty y la National Federation of Independent Business (NFIB). Los defensores argumentaron que la propuesta se ajustaba a las leyes federales de trabajo infantil y ofrecía una solución frente a la escasez de mano de obra.
No obstante, la iniciativa enfrentó una fuerte resistencia de sindicatos y organizaciones de derechos civiles. La Florida AFL-CIO, la mayor federación sindical del estado, junto con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la NAACP y diversos grupos estudiantiles, alertaron sobre los riesgos de explotación y abuso laboral que la flexibilización de las normas podría conllevar.
Aunque la Cámara de Representantes de Florida aprobó el proyecto con una votación mayoritariamente alineada según las líneas partidarias, la falta de avance en el Senado dejó la propuesta sin posibilidades de convertirse en ley durante esta sesión.
Por ahora, la legislación que habría ampliado drásticamente las horas de trabajo permitidas para menores queda sin efecto. Sin embargo, aún no está claro si los legisladores volverán a presentar una iniciativa similar en futuras sesiones legislativas.
Conclusión
En resumen, el plan para reemplazar la mano de obra migrante con adolescentes en Florida enfrenta serios desafíos y ha sido objeto de críticas significativas. Las preocupaciones sobre la explotación laboral, el impacto en la educación y la efectividad real del plan han puesto en duda su implementación y éxito.