Funcionarios y economistas llevan décadas hablando de poner fin a la producción de monedas de un centavo.
Sin embargo, la conversación se convirtió en política cuando, durante el fin de semana, el presidente Donald Trump ordenó al Tesoro que dejara de fabricar nuevas monedas de centavo.
El ataque de Trump contra el centavo se produjo después de que el DOGE de Elon Musk ya había apuntado a la moneda para su eliminación.
Entre todas las batallas contenciosas en las que se encuentran la administración Trump y Musk sobre el gasto público, esta es una sobre la que la mayoría de los economistas y otros en el ecosistema monetario parecen no inmutarse.
Según la Reserva Federal, hay 114,000 millones de monedas de centavo en circulación, lo que equivale a $1.14 mil millones, es decir, el 0.006% del dinero en circulación.
La producción de estas monedas de centavo cuesta $192 millones al año, cerca del 4% del presupuesto de funcionamiento de la Fábrica de la Moneda, pero solo el 0.00003% del presupuesto federal de EEUU.
Este gasto hace que el centavo sea prescindible, según los economistas.
Pero la eliminación del centavo podría alterar los precios de muchos productos baratos.
“Los precios tendrían que redondearse a los cinco céntimos más próximos para permitir los pagos en efectivo y recibir el cambio correcto: será el fin de los platos combinados de comida rápida de $6.99”, dijo Gulley, añadiendo que no está claro si los comercios tenderían a redondear hacia arriba o hacia abajo.
La decisión sobre los precios es importante, y algunos citan el impacto del céntimo en la inflación, pero incluso eso parece mínimo.
“Las empresas podrían redondear hacia arriba más a menudo que hacia abajo, lo que provocaría un ligero efecto inflacionista”, afirma David Smith, profesor de economía de la Escuela de Negocios Graziadio de la Universidad Pepperdine.
Pero añadió que los estudios han demostrado que redondear los precios al céntimo más próximo no produce una inflación significativa.
La eliminación del centavo de dólar en Estados Unidos tendría varios efectos económicos, tanto positivos como negativos:
Ahorro de costos
Producción: Fabricar un centavo cuesta más de lo que vale. En 2024, producir un centavo costó 3,7 centavos, generando una pérdida de 85,3 millones de dólares. Eliminar el centavo ahorraría este gasto.
Manejo: Se reducirían los costos de transporte, almacenamiento y procesamiento de centavos para minoristas y bancos.
Transacciones más eficientes
Redondeo: Los precios se redondearían a la unidad de cinco centavos más cercana. Esto podría simplificar las transacciones en efectivo y reducir el tiempo de espera en cajas.
Menos monedas: La eliminación del centavo reduciría la cantidad de monedas en circulación, lo que facilitaría el manejo del cambio.
Posibles desventajas
Inflación: Existe la preocupación de que el redondeo de precios pueda generar un aumento en la inflación. Sin embargo, estudios en otros países que eliminaron monedas de bajo valor no han mostrado un impacto significativo en la inflación.
Impacto en grupos de bajos ingresos: Algunas personas, especialmente aquellas con bajos ingresos, podrían verse afectadas por el redondeo de precios, ya que los pequeños aumentos podrían acumularse con el tiempo.
Otros efectos
Cambio cultural: El centavo es parte de la cultura estadounidense, y su eliminación podría generar resistencia por parte de algunos ciudadanos.
Impacto en organizaciones benéficas: Algunas organizaciones benéficas reciben donaciones en forma de centavos, y su eliminación podría afectar sus ingresos.
Ejemplos de otros países
Varios países, como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, han eliminado monedas de bajo valor sin experimentar efectos económicos negativos significativos.
En resumen
La eliminación del centavo de dólar en Estados Unidos podría generar ahorros significativos en costos de producción y manejo, además de simplificar las transacciones. Si bien existe cierta preocupación por el impacto en la inflación y en grupos de bajos ingresos, la experiencia de otros países sugiere que estos efectos serían mínimos.