Nuevos estudios revelan que pasear regularmente con tu perro mejora la movilidad y reduce el riesgo de caídas en personas mayores, favorece la salud física, mental y la interacción social.
Un estudio reciente realizado por el Trinity College de Dublín (TILDA) reveló que adultos mayores que salen a pasear regularmente con sus perros tienen menos probabilidades de sufrir caídas; mejoran su movilidad y experimentan menos miedo a caerse.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de la actividad física en la vejez y destacan el impacto positivo que puede tener la compañía de un perro más allá de la movilidad, promoviendo el bienestar mental y la interacción social.
Pasear al perro no solo es una actividad placentera para la mascota, sino que también aporta numerosos beneficios para la salud física y mental de los adultos mayores. A continuación, se detallan algunos de los más importantes:
Beneficios físicos de Pasear a tu perro
Mejora la salud cardiovascular: Caminar regularmente ayuda a fortalecer el corazón, reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Fortalece los huesos y músculos: El ejercicio moderado que implica pasear al perro contribuye a mantener la densidad ósea y la masa muscular, previniendo la osteoporosis y reduciendo el riesgo de caídas.
Aumenta la movilidad y la flexibilidad: Los paseos diarios ayudan a mantener las articulaciones lubricadas y a mejorar la flexibilidad, lo que facilita la realización de actividades cotidianas y reduce el riesgo de lesiones.
Ayuda a controlar el peso: Pasear al perro es una excelente forma de quemar calorías y mantener un peso saludable, lo que disminuye el riesgo de obesidad y enfermedades relacionadas.
Mejora el equilibrio y la coordinación: Caminar con un perro requiere mantener el equilibrio y coordinar los movimientos, lo que ayuda a prevenir caídas y mejorar la seguridad al caminar.
Beneficios mentales
Reduce el estrés y la ansiedad: La interacción con los animales tiene un efecto relajante y reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Combate la depresión y la soledad: La compañía de un perro y el contacto con la naturaleza durante los paseos ayudan a mejorar el estado de ánimo y a reducir los sentimientos de soledad y aislamiento.
Estimula la actividad cognitiva: Pasear al perro implica estar atento al entorno, recordar rutas y tomar decisiones, lo que estimula la actividad cerebral y puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo.
Aumenta la autoestima y la confianza: Cuidar de un perro y ver los resultados positivos de los paseos puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Fomenta la socialización: Pasear al perro puede ser una oportunidad para conocer a otras personas que también tienen perros, lo que favorece la creación de lazos sociales y la participación en la comunidad.
Otros beneficios
Establece una rutina: Tener un perro y la responsabilidad de sacarlo a pasear ayuda a establecer una rutina diaria, lo que puede ser beneficioso para la salud mental y emocional.
Aumenta el sentido de propósito: Cuidar de un perro y saber que depende de uno puede dar un sentido de propósito y responsabilidad, lo que contribuye al bienestar general.
Mejora la calidad del sueño: El ejercicio regular y la exposición a la luz natural durante los paseos pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño.
Importancia de la actividad física en la vejez
A medida que avanza la edad, mantener un estilo de vida activo se vuelve crucial para conservar la independencia y prevenir problemas de salud. La inactividad física en adultos mayores está asociada con el deterioro muscular, la pérdida de equilibrio y un mayor riesgo de caídas, lo que puede derivar en fracturas, hospitalizaciones y la necesidad de atención a largo plazo.
Según datos del estudio TILDA, aproximadamente el 30% de las personas mayores de 70 años en Irlanda sufren una caída al año, y una de cada ocho requiere atención de urgencia a raíz de este problema. Con el aumento de la esperanza de vida, se espera que estas cifras sigan en ascenso, lo que resalta la necesidad de implementar estrategias para reducir los riesgos.
El ejercicio regular es una de las formas más efectivas de mantener la movilidad y la salud en la vejez. Sin embargo, muchas personas mayores encuentran dificultades para establecer una rutina de actividad física. Pasear a un perro representa una alternativa sencilla y adaptable a las capacidades individuales, sin la necesidad de acudir a un gimnasio o realizar ejercicios de alta exigencia.
Además, la constancia en la actividad es clave para obtener beneficios a largo plazo. El hecho de tener un perro motiva a las personas a salir a caminar con mayor regularidad, lo que favorece la adherencia a la actividad física.
Impacto de pasear con perros más allá de la movilidad
Si bien el estudio se enfocó en la relación entre pasear perros y la movilidad en adultos mayores, también resaltó otros beneficios que van más allá del aspecto físico.
La presencia de una mascota genera un impacto positivo en la salud mental. Diversos estudios han demostrado que la interacción con los animales reduce los niveles de estrés y ansiedad, al tiempo que fomenta la producción de endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”. En el caso de los adultos mayores, tener un perro también contribuye a reducir el sentimiento de soledad, proporcionándoles compañía constante y un propósito en la rutina diaria.
El paseo con perros también promueve la socialización, ya que brinda oportunidades de interacción con otras personas en parques y espacios públicos. Esto es especialmente relevante en la tercera edad, cuando las relaciones sociales pueden volverse más limitadas debido a la jubilación o la pérdida de seres queridos.
Además, cuidar a un perro implica establecer una rutina y asumir responsabilidades, lo que puede ayudar a mejorar la autoestima y la sensación de autonomía en los adultos mayores. Según la doctora Eleanor Gallagher, autora principal del estudio, “nuestros hallazgos resaltan el valor de pasear perros con regularidad como una actividad sencilla y accesible que no solo mejora la salud física, sino que también tiene beneficios para el bienestar mental y la confianza entre los adultos mayores”.
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