El recién construido Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y en general las aerolíneas mexicanas, recibieron un duro golpe cuando el gobierno de Estados Unidos canceló todos los vuelos combinados de pasajeros y carga, a 227 días de la Copa del Mundo de futbol que comparten ambos países.
El anuncio, dado a conocer por el Departamento de Transporte, dijo responde a lo que las autoridades estadounidenses consideran una serie de acciones restrictivas por parte de México que afectan la competencia y el acceso de las aerolíneas estadounidenses al mercado mexicano.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, justificó la orden al señalar que México “canceló y congeló ilegalmente los vuelos de aerolíneas estadounidenses durante tres años sin consecuencias”.
Según el gobierno de Trump, actualmente está vigente el acuerdo de transporte aéreo de 2015 entre México y Estados Unidos, donde se establecieron las bases para regular los vuelos comerciales entre ambos países, buscando promover la competencia justa y el beneficio mutuo en el sector aeronáutico, por lo que acusa no se cumplió.

En ese sentido, el Departamento de Transporte afirmó que México ha incumplido un acuerdo bilateral de aviación, al rescindir los slots de las aerolíneas estadounidenses de pasajeros y obligó a las aerolíneas estadounidenses de carga a reubicar sus operaciones.
La noticia fue dada a conocer por la agencia Reuters, donde Duffy subrayó que la respuesta estadounidense busca restablecer el equilibrio en el sector y advirtió: “Hasta que México deje de jugar y cumpla sus compromisos, continuaremos exigiéndoles responsabilidades. Ningún país debería poder aprovecharse de nuestras aerolíneas, nuestro mercado y nuestros pasajeros sin repercusiones”.
La orden emitida por el Departamento de Transporte no solo afecta a los vuelos actuales y programados de Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, sino que también congela el crecimiento de los servicios combinados de pasajeros y carga, conocidos como “belly cargo”, entre Estados Unidos y el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, la principal terminal aérea del país vecino.
El AIFA, símbolo la administración anterior en México, enfrenta ahora uno de sus mayores desafíos desde su inauguración. La pérdida de 13 rutas hacia Estados Unidos representa un revés significativo para un aeropuerto que ha buscado consolidarse como una alternativa viable al saturado Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
Esta noticia se suma a la dada a conocer en septiembre también por el Departamento de Transporte, que ordenó a Delta Air Lines y a Aeroméxico disolver una empresa conjunta que les permite coordinar la programación, los precios y la capacidad de los vuelos entre Estados Unidos y México, alegando problemas de competencia.
Según analistas, el fin de la alianza entre Delta y Aeroméxico forma parte de una serie de amenazas difundidas por el Gobierno estadounidense contra México en julio pasado, cuando el Departamento de Transporte ya había anunciado varias restricciones contra las aerolíneas mexicanas, en represalia por la reducción de operaciones en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), una medida impuesta en 2022, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Imagen: Opinion







