Salud Mental: Jóvenes estadounidenses están en crisis, según estudios que indican que enfrentan desafíos de salud mental sin precedentes afectando particularmente a las adolescentes.
La pandemia, los tiroteos y las redes sociales han sumado a los problemas de salud mental.
Salud Mental en Adolescente: Según un informe publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el 42% de los jóvenes estudiantes de secundaria del país experimentaron sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza, mientras que el 22% consideró seriamente la posibilidad de intentar suicidarse.
Las adolescentes, así como los menores que se identifican como lesbianas, homosexuales o bisexuales, son quienes más dificultades de salud mental tienen, pero los chicos y adolescentes de todos los grupos raciales y étnicos también informaron un empeoramiento de los síntomas.
Lo que no queremos ver (y donde nos ponemos alerta ante la posibilidad de un problema de salud mental) es una de dos cosas:
- una, que los jóvenes utilicen estrategias para encontrar consuelo que en realidad son costosas: por ejemplo, un adolescente que está muy angustiado y luego fuma mucha marihuana, o un adolescente que está pasando por un momento difícil con una amiga y luego se desquita con ella en las redes sociales.
- Otra cosa que no queremos que ocurra es que los sentimientos “gobiernen sus acciones”, es decir, que se interpongan en la capacidad de los jóvenes para hacer las cosas que debe hacer, como ir a la escuela o pasar tiempo con sus compañeros.
Si un adolescente llega a casa del colegio y parece triste o enojado, ¿cuál es la mejor manera en la que un adulto puede actuar?
Por lo general, lo único que necesitan de nosotros son dos cosas: una es curiosidad, interesarse en lo que están compartiendo y hacer preguntas. La otra es empatía, hacerles saber que nos entristece que se sientan así.
Tenemos pruebas científicas excelentes de que el sólo hecho de expresar con palabras un sentimiento no deseado reduce la intensidad de esa emoción.
Así que cuando tu hijo adolescente está frente a ti diciéndote de repente que se siente muy ansioso, infeliz o frustrado, lo más importante que tienes que recordar es que ya está en camino de sentirse mejor porque ha expresado esas emociones con palabras.
El escucharle atentamente, de tal forma que al final puedas dar un resumen destilado y preciso de lo que dijo que no añade ideas nuevas. Eso les muestra que escuchas y también valida sus sentimientos.
¿Qué pasa si tu hijo adolescente te dice algo cruel?
Es muy normal que los hijos se enojen. Es de esperarse. A lo que sí le ponemos límites es a la expresión de ese enojo.
Cuando los jóvenes utilizan un lenguaje hiriente, quizá sea útil responder de una manera que desvincule el sentimiento de la forma en que se expresó.
Podemos decir algo como: “Tal vez estés muy enojado conmigo y quizá tengas razón, pero no debemos hablarnos de esa forma, así que tómate un momento y regresa cuando estés más tranquilo”.
Aunque el adolescente ponga los ojos en blanco, captará el mensaje y, con suerte, volverá a intentarlo cuando se haya calmado.
Supongamos que un adolescente se enoja mucho y no quiere hablar al respecto, y a los 20 minutos parece estar perfectamente. ¿Es momento para entablar una conversación?
Si un chico está de mal humor y encontró la manera de estar de buenas, yo lo dejaría.
El tiempo funciona distinto para ellos. Es muy común que un adolescente que estuvo muy atribulado por alguna razón a las 4 p. m., para las 6 p. m. se sienta contento.
Los adolescentes se organizan en torno al impulso a la autonomía. Prefieren no estar sujetos a la agenda de un adulto.
Cuando les hacemos preguntas en momentos que nos convienen, les estamos pidiendo que cooperen con nuestra agenda.
Tenemos que estar abiertos a la posibilidad de que un adolescente se muestre más comunicativo cuando es él o ella quien inicia la conversación.
Eso puede significar que quieran hablar con nosotros en momentos que no esperamos o que incluso nos parecen inconvenientes y quieren hablar de cosas que quizá no sean el centro de nuestra atención, pero, si queremos cultivar y proteger nuestros vínculos con los adolescentes, un elemento importante es estar dispuestos a aceptar sus condiciones de interacción.
¿Los padres deberían intentar proteger a los adolescentes de situaciones o sentimientos difíciles?
No queremos que nuestros hijos sufran emocionalmente, pero tenemos que reconocer que no solo es inevitable, sino también que a menudo tiene algo de valor.
La incomodidad psicológica brinda retroalimentación importante sobre el modo en que andan las cosas.
Si un adolescente hace trampa en un examen y es descubierto, tiene que lidiar con la incomodidad real de resolver en problema en casa y en la escuela, y lo más probable es que esa experiencia ayude a evitar que vuelva a tomar una decisión similar.
Aquí, la pregunta sería: ¿Lo que enfrentan es incómodo o inmanejable? No siempre lo sabremos.
Pero en general, si están lidiando con algo incómodo, lo ideal es tratarlo como una oportunidad para desarrollar habilidades saludables y procesar emociones dolorosas o incómodas.
Si hay motivos para pensar que están enfrentando o podrían enfrentar una situación inmanejable o abrumadora, probablemente sea buena idea intervenir.
¿Qué dicen las propias adolescentes?
Aunque los adultos ofrecen teorías sobre lo que está ocurriendo, ¿qué dicen las propias jóvenes sobre salud mental? ¿Son las redes sociales la raíz de sus problemas? ¿Son los chicos de la misma edad de alguna manera inmunes o parte del problema?
The Associated Press entrevistó a cinco niñas en cuatro estados y acordó publicar sus nombres sin apellidos debido a la delicada naturaleza de los temas que se discutieron.
Las jóvenes ofrecieron una visión aleccionadora y a veces sorprendente acerca de su salud mental.
“Somos tan fuertes y pasamos por tantas, tantas cosas”, dijo Amelia, una adolescente de 16 años de Illinois a quien le encanta cantar y aspira a ser cirujana.
Ella también sufre depresión y ansiedad. Al igual que el 13% de las niñas de secundaria de Estados Unidos encuestadas en el informe del gobierno, ella es una sobreviviente de un intento de suicidio.
La hospitalización después del intento de 2020 y la terapia ayudaron.
Pero Amelia también ha enfrentado intimidación, amistades tóxicas y amenazas de un compañero de la escuela que dijo que “merecía ser violada”.
Más de una de cada 10 jóvenes dijeron que habían sido obligadas a sostener relaciones sexuales, según el reporte de los CDC, el primer incremento revelado por la encuesta periódica del gobierno.
Las amenazas sexuales son sólo una de las cargas que las adolescentes dicen enfrentar.
“Estamos tratando de sobrevivir en un mundo que quiere atraparnos”, afirmó Amelia.
Emma, una aspirante a artista de 18 años de Georgia con trastorno por déficit de atención y depresión ocasional, aseveró que las preocupaciones sobre sus estudios y la universidad son una fuente importante de estrés.
“Últimamente, en mí misma y en mis amigos detecto lo agotados que estamos todos por las presiones del mundo, los problemas sociales y qué nos depara el futuro”, añadió Emma. “Todas estas cosas se acumulan y se vienen abajo”.
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