Hay gente cargada de negatividad que siempre ve la vida como un vaso medio vacío.
Hemos aprendido poco. Su enfoque en el aspecto negativo de todos los hechos que suceden a su alrededor hace que su vida sea cargada de tormentos y, frecuentemente, hace miserable la vida de sus familiares y todo aquel que le rodea. Gente que drena la energía de todos porque siempre están enfocados en los problemas, en las crisis y en las catástrofes.
Con todo el contenido que existe disponible para aprender a ver la vida desde un punto de vista más positivo, es obvio que hemos aprendido muy poco de ese material y que aún tenemos un amplio camino por recorrer.
El mundo dio pasos muy positivos en los dos siglos anteriores para erradicar la esclavitud y la segregación, por lo menos para hacerlo ilegal.
Sin embargo, es obvio que hemos aprendido poco de ese proceso pues muchos de nosotros nos hacemos esclavos de los vicios, de los juegos, de las ideologías políticas, de los líderes religiosos, etc. Seguimos promoviendo el hecho de que la mujer aguante maltrato de parte de su marido, convirtiéndose prácticamente en su esclava, con la excusa de que hay que “salvar el matrimonio”.
El cristianismo tiene ya más de dos mil años que comenzó con lineamientos muy claros de amor a Dios y amor al prójimo. Sin embargo, es obvio que hemos aprendido muy poco de la fe que profesamos pues con demasiada frecuencia los cristianos viven deseando el mal a los demás, criticando a todo aquel que no vive acorde con nuestros estándares y condenando a todo aquel que, según nuestra perspectiva, vive en pecado. Estamos muy lejos de ser reconocidos como discípulos de Cristo pues no cumplimos con lo que dice Juan 13, 35 En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros.
Querido lector: tenemos disponible una cantidad de información como nunca antes, pero es nuestro deber aprender a seleccionar lo que vamos a consumir a fin de que sea algo que nos ayude a ser mejores personas.
Si seguimos viendo el mundo de manera negativa, si seguimos manejando de manera temeraria, si seguimos promoviendo el odio… hemos aprendido poco y aún nos falta mucho por mejorar, crecer y cambiar.
Busque en redes sociales a la gente que le pueda dar buenos consejos y deje de seguir tantos medios que solamente comparten chismes y cosas negativas. Compre libros de superación, de consejos financieros, de liderazgo, de actitud positiva, etc. Si su pastor habla de venganza o si justifica el odio, el rencor o la venganza: ¡Ahí no es! Ese es un charlatán y usted debe buscar a alguien que lo acerque a Dios, no que lo aleje.
¡Bendiciones!
Imagen: Termometro